Incluir un asador en nuestra cocina es un hecho que no sólo conlleva diseño, inventiva e innovación, sino que también hay que seguir ciertas pautas para que este tipo de artefacto pueda funcionar sin dificultar las actividades dentro del espacio culinario del hogar.
Lo fundamental es que la parrilla sea cómoda y eficiente, por lo cual debemos respetar ciertas normas y cálculos, además de tener en cuenta los vientos dominantes y su orientación.
Algunas consideraciones generales y pautas previas a construir una parrilla dentro de una cocina a tener en cuenta son:
El tamaño del “sector de fuego” es la variable que condiciona las dimensiones de los demás elementos de un asador, el ancho, el conducto de humo, el alto, la cámara de humo, la boca y el tiraje. Las medidas mínimas de una parrilla son de un metro y cuarenta centímetros de largo, sesenta centímetros de ancho y un metro con ochenta centímetros de alto, si deseamos realizar el fuego en un sector dentro de la misma debemos agregar unos treinta centímetros adicionales al largo para poder realizarlo de una manera cómoda y eficiente.
Para que el leñero, o sector donde se realiza el fuego, resulte adecuado y pueda retirarse, debe contar con unas patas logrando así una fácil movilidad. En algunos casos se opta por realizar un muro que separe el sector del leñero y la parrilla misma, para evitar que el fuego re cocine los alimentos o que las cenizas lleguen y contaminen la comida.
Por lo general, el conducto de humo debe tener un mínimo del diez por ciento de la superficie de la boca del asador, es decir el frente de la misma. En cuanto al tiraje, este debe mantener una proporción indicada con respecto a las dimensiones de la parrilla y el conducto de ventilación del humo.
Por otra parte, la chimenea debe ventilar a los cuatro vientos, es decir, que debe sobrepasar por lo menos un metro de cualquier muro o paramento a su alrededor. Habitualmente este conducto tiene un sombrerete en su máximo extremo, lo cual ayuda a una mejor ventilación de los humos producido por la cocción de los alimentos. Y evita que los mismos ingresen a la cocina inundándola con su desagradable olor.
En el área donde se van a apoyar las brasas y donde se genera el fogón, por lo general se colocan ladrillos comunes dobles, para prevenir rajaduras o fisuras. Además se sugiere la utilización de ladrillos refractarios, que soportan mejor el fuego y como lo dice su nombre refractan el calor produciendo una mejor cocción de los alimentos. El enlosado de este sector facilita la limpieza de la parrilla, mejor aún si se hace una pequeña pendiente donde puede escurrir la grasa generada en la cocción.
Una útil decisión es construir una parrilla desmontable en dos o más partes, para lo cual podemos combinar su hechura con hierros redondos y con forma de ángulo. La mejor opción para la cocción de lechones o pollos es la utilización de un mecanismo rotatorio, similar al espiedo, de esta manera se tierniza y desgrasa la carne más eficientemente que con la parrilla tradicional. Además podemos adicionarle un mecanismo que eleve a la parrilla para controlar la distancia de los alimentos a las brasas, podemos realizarla con los herrajes utilizados para correr toldos.
Para darle mejor practicidad y agilidad a la hora de la cocción, es aconsejable adicionar una mesada de apoyo en la línea de frente del asador, de no disponer el espacio podría ser a noventa grados, y siempre es conveniente disponer de un fregadero cerca.
Podemos colocar una luminaria dentro de la parrilla, puede ubicarse en la pared de frente o bien en un lado siempre y cuando sea el contrario al rincón donde se realiza el fuego. Para esto debemos tener en consideración utilizar cables que soporten altas temperaturas.
Otro dato práctico es disponer de un pico de gas para la utilización de un mechero debajo de la losa con una tapa, agregándole una función extra a nuestro asador. Además, podemos colocar una puerta levadiza con contrapesos para darle un toque estético a nuestro ambiente culinario cuando no utilizamos el asador.