Como desarrollamos en un artículo anterior, la cocina cocina se puede (más bien debe) dividir en tres zonas principales: la zona de preparación de los alimentos, la de cocción y la de lavado. En este informe profundizaremos el tema añadiendo una zona complementaria, pero no menos meritoria, a tener en cuenta en el diseño del espacio, la estética y la funcionalidad de nuestra cocina.
Zona de cocción.
Como bien comentamos la zona de preparación de los alimentos debes resolver situarla, si el espacio y el presupuesto lo permiten, entre esta zona de cocción y la zona de limpieza. Esta decisión no es caprichosa ni descabellada, sucede que así se obtiene un ágil desenvolvimiento a la hora de realizar cada almuerzo o cena teniendo en consideración la cercanía de los elementos de cocción y todo lo que conlleva la elaboración previa de una comida. Por ello la zona de cocción debe tener especial atención en su diseño y decoración. Este área requiere que sus elementos principales estén ubicados de forma tal que sea cómodo poder desplazarse entre uno y otro elemento. Nos referimos a los anafes, el horno y porque no el horno microondas (el cual puede situarse en un sector aparte pero no muy alejado).
Si el ambiente y los fondos lo permiten, es práctico e interesante disponer de las hornallas separadas del horno, aprovechando el espacio bajo los anafes con un mueble donde colocaremos todos esos utensilios necesarios para la cocción (sartenes, ollas, grilles, etc.). El horno, por su parte, se coloca a la altura de los ojos para un fácil acceso y una sencilla manera de controlar los alimentos mientras se cocinan. Las clásicas cocinas con horno integrado son la opción más útil a la hora de ganar espacio y también es cierto que son mas económicas.
Esta zona se caracteriza por actuar con fuego sobre los alimentos, por lo que requiere de un potente sistema de extracción capaz de evacuar rápidamente todos los olores y vapores producto de la cocción misma. Es aconsejable que estos extractores tengan una salida al exterior para que su funcionamiento sea ideal; es que si bien existen equipos que no lo requieren, se obtiene un rendimiento más reducido y poco eficaz. Para tener en cuenta: las campanas extractoras son prácticas y además le aportan a la cocina un elemento decorativo indiscutible, casi distintivo de cada cocina en particular. Por ello, al momento de la elección de un extractor en particular, ten en cuenta su potencia y funcionalidad pero además su material, color y estética formal integrada a la decoración.
Para las islas centrales es necesario colocar una campana o extractor más potentes debido a su condición particular de ubicarse en el centro del espacio, donde existe un mayor movimiento y esparcimiento del aire.
Por último, un buen diseño de la zona de cocción requiere de un espacio mínimo de mesada, el cual ha de ser ignífugo y resistente al calor para soportar las ollas y sartenes recién salidos del fuego si problema alguno. Además, tener en cuenta que este espacio de mesada a ambos lados de los anafes sirve para que el mango de las sartenes y ollas no quede en contacto con el fuego sino hacia el lado de la cocina, disminuyendo la posibilidad de quemarse en la cocción de nuestros alimentos.